No sólo de hambre muere África

La contaminación se ha apoderado de las grandes ciudades del mundo. La sobre explotación de la industria ha condenado a esas urbes al humo eterno, al cielo gris y sin apenas estrellas. Contaminación lumínica, emisión de gases incontrolada, humos. Son sólo algunos de los factores culpables del calentamiento terrestre de los últimos tiempos, el mismo que está propiciando parte de los desastres ecológicos que estamos presenciando alrededor del Planeta.

El calentamiento global de la atmósfera por organismos alterados genéticamente, por especies de otros continentes y por un aumento de la fabricación de productos químicos está amenazando también a las regiones más desfavorecidas del mundo: África podría morir asfixiada.

No nos inventamos los datos, están ahí. Los ha dado Naciones Unidas a través de un informe. Más del 70% de la población africana depende de los recursos naturales del continente para la subsistencia. El SOS para la protección medioambiental a corto plazo ha de lanzarse ya y depende de los países desarrollados. Si no, lo lamentaremos todos y lo padecerán los más desfavorecidos del globo terráqueo.