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Mundo Posible

sábado, 16 de enero de 2010

Earthquake


Humanidad, humanidad, humanidad. El corazón del mundo late ahora en Haití. La Tierra se rompe. Se muere por dentro y sus heridas arrastran a la gente. Esta vez en el Caribe. Me duele el dolor de todos: los que deambulan, los heridos, los salvadores, los niños, los que ya no están, los que lo cuentan, los que lo viven, los que duermen por ahí y por allá en las plazas...
Informan. Los medios del mundo se han volcado con el drama de Haití. Desplazados, cientos de reporteros gráficos y de periodistas vagan como los demás intentando rescatar no vidas, sino testimonios. Porque en eso nuestra profesión tiene la virtud de escudriñar lo que fue, lo que pudo ser y lo que es. No siempre de forma objetiva pero en ocasiones como las de esta catátrofe, quienes sobreviven necesitan contarlo al mundo. Y para eso estamos, corresponsales y periodistas, para llegar donde la NOTICIA necesite de aliados que eviten que se QUEDE MUDA.

Me siento afortunada por haber compartido un pedazo de vida informando junto a Nico Castellano en los micrófonos de la SER en Las Palmas de Gran Canaria, siendo entonces nuestro jefe de informativos. Si pudiera estar ahí contigo, amigo, compartiría tu abrazo con los que allí lloran. Tu abrazo a través de los ojos de la radio. Qué belleza de trabajo estar donde la verdad se le escapa a las palabras porque la realidad es mucho más, terrible y mucho más. Regresa para verte la cara, por Dios.

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