AmaZona

Mundo Posible

martes, 1 de noviembre de 2011

Te descubrí cuando leí Bastardos. Gracias por tu agudeza siempre tan elegantemente punzante. En la Universidad, un día del 95, Paco Quevedo nos convocó para seguirte las huellas en tus obras a quienes fuimos -entonces- tres jóvenes investigadores entusiastas; a nuestro imaginario llegó Tiritaña, El Llano amarilloObelisco, Bolero y la recién publicada entonces Sáhara y tiramos pa'lante con el afán de destilar tus obras y ponerte en otro lugar más conocido de la literatura canaria contemporánea (qué difícil sigue siendo hoy ser investigador literario, más cuando tienes que ser tú misma la que se pague la investigación). Nunca he leído que a escritores canarios como tú se les reconociera con o sin subvenciones, casi todos, por no decir todos, han tenido que seguir en la brecha abriéndose paso por la senda del OLVIDO, del NINGUNEO, de la MALA UVA. Más bien oí y conté desde mi otra profesión de periodista que ATI desmanteló la cultura canaria, quitó SOCAEM con mucho "Dulce" echando a grandes profesionales a la calle y trató de seducir con "buena imagen" a quienes hoy se sientan en el UNIVERSO CULTURAL del ejecutivo can-ario, ya no como conse o vice-consejeros sino como otros cargos más técnicos que no los quita ni "dios" del asiento. Ya empezaban a oler a podrido las manos donde se ha dejado la gestión de nuestra cultura. También oí que se inventaron SEPTENIO sólo para justificar dineros públicos y dejarlos en cabezas amigas no muy canarias por cierto. De OMBLIGUISMO se pasó a AMIGUISMO. De aquellos charcos estos lodos. Y así ha ido. Así sigue siendo. CORRUPTELAS VARIAS y CIA. Pero sabes qué, Emilio, que la cultura no la parará nadie, les salpicará en los ojos y los embadurnará de mierda. Les pique o no a estos INCULTOS, la cultura seguirá en marcha porque es nuestro pan de cada día. GRACIAS POR TUS PALABRAS, GRACIAS POR CREER EN LA CULTURA, GRACIAS POR LUCHAR, yo tampoco me enteré de la convocatoria si no llega a ser por el maravilloso Pepe Orive. Un placer leerte siempre. (A veces bajo la calle Cebrián y te sigo saludando con un "buen día artista", mientras tú apuras un cigarro. Por cierto, ¿ya dejaste de fumar?)