Aliados de la salud

“Muchos médicos se convierten en asesinos de la esperanza por ignorancia”, nos explica el doctor Juan Carlos Durán, en el marco del Congreso Internacional Encuentro entre Ciencia y Meditación celebrado en el CICCA de Las Palmas de Gran Canaria entre los pasados 2 al 5 febrero 2011.

Desde hace milenios, las ciencias orientales han entendido que el ser humano no puede tener salud si cuerpo y mente no están equilibrados. Siempre han entendido y avalado una Ciencia ligada al espíritu, una cultura de vida integral. Esta visión de la existencia dista mucho de la perspectiva de Occidente, donde los avances de la medicina colocan a la razón en el centro de todas las investigaciones.

El doctor Juan Carlos Durán Consoli es Adjunto de Cirugía Vascular del Hospital Universitario Insular de Las Palmas de Gran Canaria. Su labor está, además, muy ligada al cáncer desde el departamento de Oncología de este complejo hospitalario. Sus líneas de investigación en el tratamiento de la enfermedad abren las puertas a la Psiconeuroinmunología, una rama de la medicina relativamente nueva (años 70) que potencia herramientas tan poderosas para otras culturas como la meditación.

“En el organismo se desarrollan un millón y pico de células que nacen y mueren continuamente, si el sistema está equilibrado, no se desarrolla el cáncer” porque “todos los mecanismos neuronales participan en la sanación”, asegura el doctor Durán. “El yoga, la meditación, el ejercicio, una dieta acorde”, añade, “es básico para que todas esas enseñanzas tengan un impacto en la célula y es ya una realidad que podemos estar protegidos, proteger nuestro sistema por dentro”.

Según Durán, el actual es un momento clave para que los médicos “podamos aportar desde el saber lo que siempre estuvo bien en ciencias como la oriental, como la tibetana porque las estadísticas de salud les dan la razón”. Muchos médicos “se convierten en asesinos de la esperanza por ignorancia y la ignorancia se combate con un conocimiento auténtico”.

En Oriente existen unos hábitos de vida más protectores, más saludables que los de Occidente, donde las cifras de mortandad por cáncer son una lacra. Algo debemos estar haciendo mal a este lado del mundo. Aunque se ha evolucionado muchísimo, hay que tratar de difundir el conocimiento que se adquiere en Medicina gracias al sufrimiento del paciente. “Cada vez son más los médicos y científicos que entienden que no se puede separar ciencia y espíritu, pero nos hemos olvidado del ser humano”, lamenta Durán “y es precisamente la parte espiritual la que nos conecta al ser humano que somos”.

.-Goretti Sánchez.